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martes, 10 de julio de 2012

Quien anda con Sabio, Sabio será

A todos nos falta una letra en el hablar, en la escritura, en las acciones, o en las intenciones alguna vez en la vida.

A veces "escribimos" hablando, leyendo, obrando, observando, o en cualquier otra actitud o signo verbal o no verbal, imaginando estarlo haciendo perfecto, no obstante, ignorando al menos una letra de la verdad en nuestros mensajes.

Quienes se forman en la universidad, en su gran mayoría, presumen saber lo que los que no tuvieron la misma suerte de cursar una carrera no saben. Unos adoran el conocimiento académico. Otros, el empírico, sin saber o entender la verdadera llave del verdadero saber:Uno más uno son dos en la enseñanza académica. Para el aprendizaje de la experiencia del amor, suman de nuevo solamente uno.

En la enseñanza "oficial" siete es seis más uno u ocho menos uno, pero en Gematría y metafóricamente, significa perfecto, completo.

Para el INDEC el precio de la canasta familiar y el de los salarios son satisfactorios. Para el rico, disparatados. Para el pobre y trabajador, insoportables. Para el ciudadano honesto, y que nunca pudo alcanzar un empleo, una Obra Social, un salario, menos aún una jubilación, una casa propia, y la educación que aspira, todo es pura injusticia.

Si al INDEC de siempre le falta la letra de la verdad, a los pobres les faltan letras por falta de esfuerzo, dedicación, disciplina, o por ultraje de parte de los otros, y al menesteroso le falta casi todo el abedecedario de la vida, aunque pueda ser erudito en sabiduría, y a los ricos les sobran "aches" al frente de sus mensajes y carecen de ellas donde deben tenerlas.

Lo que para el alma humana es saber, para su espíritu es solamente información. El verdadero conocimiento, la sabiduría y la plenitud de vida y poder, aunque se carezcan de cosas materiales, temporales y efímeras, sólo vienen desde el espíritu humano conectado a Dios, "fuente de toda razón y justicia".

La academia y la empírica no tienen menos que agacharse ante lo verdadero cuando su poseedor no gana ni un peso, no tiene dónde vivir, no ha alcanzado éxitos aparentes en la vida ni jamás triunfó en sus búsquedas y aspiraciones, sin embargo no mendiga, no molesta, no daña al otro, tampoco necesita de nada; lo tiene todo, y hasta comparte y ayuda a los demás, y es feliz.

Es una persona honesta, que tiene honor y dignidad, y no depende de nada y de nadie. Todos y todo son sus siervos: dinero, sexo, amigos, vivienda, automóvil, diplomas, etc., pero él no es patrón de nadie sino de sí mismo, y por eso sólo sabe ser feliz, y útil.

SI QUIERES, LO PODRÁS. TE INVITO A ACOMPAÑARME

"El que anda con sabio, sabio será"

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